Estos días surgen una serie de preocupaciones, miedos y expectativas como padres cuando nuestros niños y niñas inician su proceso de educación inicial.
Es válido pasar por diversas emociones en este proceso, darnos cuenta, validarlas e intentar dejarse apoyar y confiar en el equipo de Planeta Tierra, pudiendo aplicar el siguiente método de auto observación, que para facilitar la recordación y la aplicación en uno mismo hemos llamado:
S T A R T
Sentir:
Es un momento único, difícil, pero irrepetible, por lo tanto es necesario sentirlo, contemplarlo, involucrarnos y validar las emociones, pensamiento y sensaciones que emergen tanto en nuestros hijos e hijas, como en nosotros mismos.
Tiempo:
Los procesos saludables, positivos y respetuosos, no son automáticos sino que demoran más tiempo, porque necesitamos dar un rango adecuado de adaptación a nuestros hijos e hijas, para generar un vínculo afectivo y pedagógico estable, que les motive a aprender y descubrir el mundo.
Atención:
Brindar satisfacción atendiendo a las necesidades de forma oportuna y afectuosa, estando presentes para acoger y acompañar en este proceso de cambio, transmitiéndoles amor, paciencia y seguridad.
Recibir:
Es relevante abrirnos a las nuevas experiencias, a los cambios y las oportunidades que un entorno respetuoso y creativo tiene delicadamente dispuesto para sus niños y niñas (en Planeta Tierra nada es al azar).
Templanza:
Nuestras expectativas pueden ser difíciles de regular, la presión propia o de otros agentes de la familia que cuestionen la edad, el lugar, el momento entorno a la decisión que ingrese al Jardín o que ya no esté en casa, puede ser estresante. Sin embargo, han escogido un nido lleno de colores, con experiencia y centrado en el bienestar, el juego, la cooperación y el afecto, que impactará de forma trascendente en su desarrollo cognitivo, personal y social.
Finalmente el despegue es tanto de los padres y madres, como de los mismo niños y niñas; y que al transmitirles amor, calma y seguridad, les facilitará la construcción de relaciones afectivas de calidad y mayores competencias emocionales a la hora de enfrentar el mundo que nos rodea.
Bienvenidos todos y todas a nuestro Planeta Tierra.